lunes, 17 de abril de 2017

Teoría de los Lugares Centrales


La teoría de los Lugares Centrales, basada en un enfoque descriptivo-determinista, debe su nombre a los geógrafos alemanes Christaller (1933) y Lösh (1954). El principal valor de esta teoría radica en la capacidad de considerar tanto el comportamiento espacial del consumidor como el de las empresas existentes en un mercado espacial. En suma, esta teoría descansa en dos conceptos fundamentales: el rango y el umbral. El rango determina la máxima distancia que los consumidores están dispuestos a recorrer para obtener un bien, mientras que el umbral se refiere a la mínima cantidad de demanda que debe existir en un área para que un establecimiento sea económicamente viable. Y es que esta teoría trata de establecer cuáles son los lugares centrales en un espacio geográfico determinado que minimizan al consumidor los costes agregados que le suponen la compra.


Con estas consideraciones previas, desarrollan un modelo de áreas de mercado el cual responde a un sistema jerárquico progresivo de número de áreas comerciales en niveles menores sucesivos de la jerarquía, llegando a formar un sistema de red de lugares centrales. Así, las actividades minoristas se ordenarían en función del mínimo nivel de demanda, De este modo de construirían centros de mayor y menor orden, dependiendo de la demanda que sirvan, con lo que existiría una jerarquía de centros de compra en el territorio ofertando distintas clases de bienes y servicios.

 Es decir para la implantación de un determinado tipo de actividad empresarial existirán diferentes condiciones de entrada, que requieren un tamaño mínimo del área comercial; por otra parte, los consumidores gastan diferentes proporciones de su renta en bienes y servicios y los compran con distintas frecuencias. Así normalmente las funciones de actividad de bajo umbral y alta frecuencia de compra se encuentran en centros de bajo orden, y las funciones de alto umbral y baja frecuencia en centros de alto orden.

Bibliografía: Gásquez C., Sánchez, M; Áreas comerciales, capacidad de compra y riqueza en la provincia de Almería; Año 2000, Almería

jueves, 6 de abril de 2017

Semaforización Inteligente

El semáforo es un dispositivo de señalización el cual se utiliza en la regulación del tránsito o circulación de automotores, peatones y cualquier tipo de vehículo en vías. La función del semáforo es asignar el derecho de paso por una intersección de manera secuencial y segura. Está compuesto por tres señales luminosas de color para paso vehicular (rojo, amarillo y verde) y dos para el control peatonal (rojo y verde). Tiene alta influencia sobre el tráfico debido a que se considera una de las señales luminosas de precaución más importantes, son funciones principales son:
* Dar paso a un flujo de tránsito.
* Controlar la circulación de un flujo de tránsito.
* Ordenar el tránsito.
* Evitar las colisiones.

El proyecto semaforización inteligente, se lo ejecutó como un prototipo en el cual se integraron tecnologías abiertas tanto en hardware como en software; la aplicación de la placa arduino es el núcleo del sistemas, con una interface que se adapte a la red de eléctrica de 110 voltios,
Este sistema se aplicó en 3 intersecciones de la ciudad de Riobamba, sincronizando cada semáforo, de tal manera que el flujo de vehículos sea constante, y la circulación de peatones se lo haga de forma segura.
Además se instalo en el prototipo una camara para reconocer el número de placa de los automotores que circulan en la calzada, mediante un software de reconocimiento de caracteres al que se puede conectar a la base de datos donde se alojan los registros de los dueños de los automotes.
También se aprovecha el micrófono integrado de la cámara, para medir el nivel de ruido que se genera en la zona o intersección del semáforo. Estos datos pueden ser almacenados para realizar estudios de impacto ambiental y mediante herramientas SIG localizar las áreas donde se genera ruido con altos decibelios.